Buscar este blog

domingo, 30 de julio de 2017

VISITA A BODEGAS BARBADILLO

Pese a que no soy un gran experto en vinos del Marco de Jérez, siempre he reconocido la importancia histórica de dichos vinos, y cada vez estoy más agradecido a la zona y las gentes que los hacen por darnos la oportunidad de conocer y descubrir unos vinos realmente diferentes y emocionantes. Por esta entre otras cuestiones tenía muchísimas ganas de visitar unas bodegas míticas, pioneras en muchas cosas. Encima han sido siempre una empresa familiar que al margen de continuar una larga tradición de hacer vinos, no conformes con esto, también han innovado constantemente dentro de el panorama vitivinícola español.

"Botas", es como son conocidas las barricas andaluzas.

Las bodegas históricas Barbadillo (fundadas en 1821) se encuentran en la parte alta de Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz. Para allá nos fuimos y nos citamos con Armando Guerra, propietario de la "Taberna der Guerrita", gran conocedor de los vinos del Marco de Jérez y de su historia, y que actualmente es el responsable del departamento de "Alta Enología" de Barbadillo. Entre otras cosas dirige el catálogo de "Descomunales, Vinos Comunes, y Otras Cosas Raras" de dichas bodegas en su empeño por sacar otras marcas diferenciadas de los vinos más tradicionales del Marco. En esta línea tendríamos cosas geniales como el "Mirabrás", el tinto joven "Nude", y otras genialidades como la colección de cuatro magnums "Zerej, de Vuelta y Media" o el tinto "Principio" también joven como el Nude, que realizan en Somontano en la bodega Pirineos (también es de Barbadillo) con la rara variedad Moristel, y otros proyectos nuevos en los que se encuentran Montserrat y Armando que mas abajo mencionaré. Es todo realmente especial y muy digno de descubrir.

Lugares deliciosos que te encuentras recorriendo Bodegas Barbadillo.

Agradecer una vez más la amabilidad y cordialidad de Armando, que nos brindó una oportunidad única de conocer un poco mejor la historia de Bodegas Barbadillo y por tanto de Sanlúcar de Barrameda tan ligada al mundo del vino. Da gusto escuchar y aprender de una persona que valora y conoce tan bien el patrimonio de su zona. Visitar estas bodegas es hacer un recorrido a lo largo de dos siglos, y ver la evolución por ejemplo de la arquitectura en torno al mundo del vino (inicialmente se aprovechaban edificios más antiguos como bodega y finalmente se hizo una construcción específicamente para hacer vinos con crianzas biológicas y oxidativas. Como ya sabréis las bodegas en el Marco de Jérez no son subterráneas, se encuentran siempre sobre tierra, con gran influencia del clima de la zona, siendo diferente el de el municipio de Jerez que el de Sanlúcar por ejemplo, y por tanto producen vinos distintos, de ahí que el mismo tipo de vino en Jerez sea conocido como "fino" y en Sanlúcar "manzanilla", por ejemplo.
Armando Guerra nos enseña como es el interior de una bota y el vino criado con velo en flor.

El culmen es la bodega "La Arboledilla", también conocida como "La Catedral" con sus techos altísimos, la más alta de Sanlúcar, impresionante, y una ventana grande orientada a poniente, lo que la hace una zona más luminosa y ventilada por la brisa marina, que la orientada a levante, cerrada y oscura).

Detalles de los pasillos de "La Catedral".


Tras la visita tuvimos la oportunidad de catar algunas referencias de Barbadillo, de las históricas y de las más "modernas".


Aprendiendo con Armando.


Castillo San Diego blanco. Una referencia histórica, el básico de esta bodega,
existe desde 1883, pero se empezó a embotellar por añadas en 1975. Aunque en la Isla de Tenerife no lo conozcamos mucho (en general somos grandes desconocedores de los vinos andaluces), lo cierto es que en la Península Ibérica goza de una popularidad ganada tras 40 años reinando en el mercado de los vinos con buena relación calidad precio.  
Mirabrás, blanco fermentado en bota. La enóloga Montserrat Molina tras años experimentando, decidió para este vino blanco tan especial con poca crianza: mostos de viñas viejas de palomino sobre suelos de albariza, asoleo, fermentación a la antigua en botas viejas de Jerez y algo de velo en flor pero sin "encabezar" (alcohol añadido, proceso típico de los vinos de Jérez rompiendo así el velo en flor). Su nombre se debe a uno de los estilos de cante con baile históricos del flamenco. Personalmente este vino me parece exquisito, sensaciones untuosas en el paladar, postgusto largo, y recuerdos a levadura, pan y madera vieja. 
Solear, manzanilla. Única porque pasa nada menos que seis años bajo velo en flor, lo que la hacen realmente increíble. Además de la multitud de premios internacionales que ha ganado, la revista Wine Spectator lo incluyó entre los 100 mejores vinos del mundo. 
Principe de Barbadillo, amontillado.  Los amontillados son de los vinos más interesantes del Marco de Jérez, este tiene una crianza biológica de mínimo 8 años bajo velo en flor! y luego pasa a crianza oxidativa en barrica otros siete años, ahí es nada. El resultado, un vino espectacular y complejo, salino, muy largo, con aromas a frutos secos tales como avellanas, y tostados. 

Nude. Tinto realizado con la variedad tintilla de Rota, sin nada de crianza, mostrando la pura juventud y tremenda expresión frutal de esta variedad. En su día hablamos de él en este blog, dijimos cosas como: bello color granate oscuro, muy cubierto y con bordes violetas que delatan su juventud. En la nariz te da unas flores azules con un fondo balsámico pero sobre todo mucha fruta, cerezas ácidas, grosellas, moras y lo que quieras, una intensidad aromática envidiable para cualquiera! Luego en la boca tienes una entrada cálida, con cierta potencia, y es que no es muy suave pese a que sus 14´5º para nada molesten. Ligereza y a la vez contundencia, muy frutal, frescor, punto salino, cuerpo medio, un gustazo de vino que no aburre. 
Levante y Poniente. Fue la sorpresa que no esperábamos. En Bodegas Barbadillo nos proponen un juego, que esta a punto de salir al mercado: probar vino de las botas que como dijimos en "La Catedral" están expuestas a la brisa de poniente y compararlo con el de las botas que están mas oscuras y cerradas en la parte orientada al levante. No desvelaremos nada, pero hay sutiles diferencias. Como dice Armando el total mejora, pero probarlos por separado es una experiencia didáctica, divertida, y una oportunidad muy interesante de ver diferencias en un mismo vino con orientaciones diferentes. 

Deseo finalizar este post, recomendando encarecidamente la visita a Sanlúcar de Barrameda, a bodegas Barbadillo y su Museo de la Manzanilla, único en el Mundo! Y si tienes hambre pasar por la Taberna der Guerrita, donde puedes comer deliciosas tapas acompañadas de vinos increíbles en un lugar donde grandes nombres en el mundo del vino han realizado catas al público, igual si pasas antes de que acabe el verano pillas alguna de estas increíbles experiencias. 



martes, 11 de julio de 2017

LA CONDENADA

Un domingo cualquiera de este año tocó disfrutar un tinto llamado "La Condenada" 2014 de Bodegas y Viñedos Artuke. Situados en Baños de Ebro (Rioja alavesa) la familia de Arturo de Miguel, dedicada a la viticultura de toda la vida, y en concreto actualmente sus hijos Arturo y Kike que forman el nombre Artuke con los suyos, son apasionados con lo que realizan. Como ellos mismos dicen "vinos de pueblo", concretamente sus marcas "Artuke" (tempranillo y un poco de viura: toda una golosina) y "Pies Negros", y por otro lado vinos de parcelas como son "Finca los Locos", "K4" y "La Condenada". Todos y cada uno de ellos tienen interés y personalidad. Si te gustan los vinos algo frutales y tremendamente expresivos, nada de "maderazos", pruébalos porque son bien ricos!


La Condenada es llamada así por ser una parcela que en su día plantó de viñas el abuelo de los hermanos De Miguel Blanco y que a otros les pareció una locura por lo poco productiva y el exceso de gravas y cal, o sea la condenaron, vamos, como en su día en 1972 dieron por acabados a los Rolling Stones y mira hasta donde llegaron. Es la segunda añada que sacan de este vino, pues la primera fue la del 2013, suelen sacar unas mil botellas tan solo. Se compone de las variedades tempranillo, graciano, algo de garnacha e incluso palomino.
La daban por muerta y mira la maravilla que produce!
A la vista resulta un vino rojo oscuro con ribetes granates, cubierto. Los aromas (intensos) van desde frutos rojos y negros (moras, grosellas, ciruelas negras) hasta especias, regaliz y los habituales balsámicos, cacao, monte bajo.....un abanico muy amplio en la nariz, donde pruebas una y otra vez y descubres cosas.
Y al catarlo, el espectáculo continúa, es amplio, con cuerpo, una entrada potente, con relevancia de fruta constante, confitura de moras, especias. Tiene una elegancia casi hipnótica y es muy largo y complejo, vamos, pa no aburrirse, un vino sencillamente increíble.