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viernes, 2 de febrero de 2018

LOS VINOS DE GERMÁN R. BLANCO (QUINTA MILÚ, CASA AURORA, SAN ESTEBAN, BICICLETA VOLADORA)

Vinazos.
   El pasado día 23 de enero, tuve la suerte de poder asistir a una cata de los vinos de Germán R. Blanco organizada por "Buena Uva" en Gran Canaria.
El profe lo da todo! 
    Los vinos de este viticultor apasionado "embotellador de paisajes", que se declara mitad berciano mitad asturiano, son como él mismo declara en su manifiesto: de pueblo, artesanos y vivos, fieles representantes de la tierra en la que nacen, tradicionales, orgánicos y sostenibles, vendimiados a mano en parcelas con suelos vivos, todos con crianza aunque no necesariamente en madera (a veces hormigón, barro cocido o huevos flextank), y defendiendo la belleza de las imperfecciones pues son la demostración de que el vino tiene alma. ¿Alguien da más?

   Quinta Milú es su bodega familiar en la Ribera del Duero, en un pueblo burgalés llamado La Aguilera. Elaboraciones viña a viña, más de 40 micro-vinificaciones cada vendimia, y recuperación de tradiciones como el pisado con los piés. Allí nacen varios vinos de viñas viejas de Tinto fino (Tempranillo), como el desenfadado y delicioso "Milú", los crianzas "Milú La Cometa" y "El Malo", o los que salen de una única parcela (producciones limitadísimas de unas pocas botellas) como el "Valdevicente" que gustó mucho a todos los asistentes, ojo al 2016 si puedes hacerte con uno de los escasos mágnum que salen al mercado. Un vino serio y complejo. 




   En Rioja baja, Navarra, existe su proyecto mas reciente: "La Bicicleta Voladora", con la colaboración de su amigo el enólogo navarro Javier Colio. Criado en hormigón y huevos Flextank durante unos 5 a 7 meses, sin nada de madera por principios. Es un vino realmente divertido y original que sorprende por su intensidad aromática y lo fresco y rico que es. Lleva Tempranillo y algo de Viura, pese a que a Germán le recomendaban que en esta zona hiciera un vino de garnacha. Un vino totalmente moderno, que como él mismo dice: te recuerda a "piruletas", a frutas del bosque, a flores, a diversión......y de la buena, lo aseguro. En su día opine esto de la primera añada que salió.



  En el Bierzo alto trabaja en dos proyectos, San Esteban creado por un grupo de amigos que se conocen en la universidad, y Casa Aurora, un homenaje a su bisabuela, a la villa de Albares y a sus gentes.

   En San Esteban realiza vinos como "Viñas de Monte" "La Perra Gorda" o la parcela "La Mendañona", y la principal variedad es la Mencía. Vinos de montaña con algo de barrica, donde no utilizan herbicidas ni sistémicos, como en los demás proyectos de Germán.

   Casa Aurora es un proyecto mas personal de Germán por los recuerdos familiares y la zona. Se encuentra en el Valle del Boeza justo entre la media y la alta montaña con viñedos en laderas entre los 780 y los 1000 metros sobre el nivel del mar. Allí Germán fue arreglando y restaurando pacientemente los viejos viñedos de su familia, para alegría de los mayores de la zona que contemplaron con ilusión como alguien joven recuperaba el oficio de viticultor prácticamente olvidado y sin continuidad por parte de sus descendientes, llegando algunos a cederle sus viñedos a este asturiano con tal de verlos funcionando como antaño. Los vinos (tintos todos) son realizados con variedades como la Garnacha tintorera, la Garnacha, Mencía y blancas que acompañan a las tintas como la Godello, Doña Blanca y sobre todo la Palomino, conocida en la zona como la Jerez. Aquí los vinos de pueblo son el "Poula" y el nuevo "Clos Pepín", mientras que los vinos de parcela, limitados y únicos, son "La Vendañona", "Valle del Río", "La Galapana" y "Valdecontina". Nos sorprendió "Valle del Río" 2016, por sus aromas y su carácter elegante y distinto.

   En resumen otra de esas experiencias que te hacen amar más el mundo del vino, con la ocasión siempre interesante de conocer a las personas que los hacen. Germán es un tío auténtico, honesto, sincero y claro como sus vinos. Un derroche de energía a quien da gusto escuchar, y a quien se le nota que fue profesor por lo claro y didáctico que resulta.

Sara González, Germán R. Blanco y un servidor Víctor de la Nuez.