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sábado, 12 de enero de 2019

ENTREVISTAS DESDE LA ORILLA: CARLOS LOZANO PÉREZ


Hoy hemos tenido la suerte de entrevistar a Carlos Lozano Pérez, una persona con la cual te das cuenta en seguida al hablar con él, de lo mucho que le apasiona y disfruta lo que hace. Y lo que hace es algo tan interesante como los vinos Llanos Negros y Mission´s Grapes en la isla de La Palma, o en colaboración el Tisalaya en Lanzarote.

Son vinos que se salen fuera de lo común. Originalidad con carácter isleño.


   ¿Cuál fue ese momento en el que te atrapó este fascinante mundo de la cultura del vino?
Exactamente no hubo un momento como tal, sino una sucesiva relación de acontecimientos a lo largo de mi vida antes de ir a estudiar enología. La causa principal ha sido la familia, no es que tuvieran bodega, pero si una vinculación agrícola importante por parte de mis abuelos. Se hablaba y consumía vino con frecuencia, en la mesa cada día y en cualquier celebración, siempre vino y no sólo de la isla. Recuerdo perfectamente la primera vez que tome vino de forma seria, fue con 14 años, un fino, que denominaban “Paloma”. Fue a partir de todos estos momentos, lo que hiciera que mi pasión por el vino fuera creciendo.

   ¿Qué aportan los vinos canarios al resto del mundo con sus singularidades? ¿Y los vinos de La Palma como los de Llanos Negros?
No es complicado, no cabe duda que su origen, la diversidad de cada isla, de cada zona, las variedades, la edad del viñedo, carecer de filoxera… los hace singulares, todos estos factores juntos hacen que sean valorados y admirados en otras partes del mundo. Son vinos que se salen fuera de lo común. Originalidad con carácter isleño.
Los Llanos Negros, no ha sido otra cosa que volver a los vinos que se elaboraban en la zona de
Fuencaliente. Vinos que son capaces de tener una magnífica evolución en el tiempo. Por lo tanto, desde la marca Los Llanos Negros, volvemos a aportar esas sensaciones, de percibir el vino de La Palma, que quizás hemos ido perdiendo por modas. Llanos Negros es un estilo de vino, un vino del sur de La Palma, que sólo quiere transmitir un lugar y una forma de vida.

   ¿Cómo tomaste la decisión de sacar al mercado vinos blancos con largo envejecimiento como en el caso de La Time?
Recuerdo cuando se comentaba (y se comenta aún) que los vinos blancos había que consumirlos en el
año, que no aguantaban. Luego visitabas bodegas de la zona y veías vinos de cuatro, cinco y diez años que se mantenía frescos, que tenían una magnifica evolución, incluso Listan Blanco de zonas bajas como es el caso de La Time. Esto me hizo recapacitar, pues en la bodega tenemos blancos del año 2006 y 2000, en magnifico estado y ¿Por qué no darlos a conocer? Tenemos todos los factores a nuestro favor: variedades únicas, la edad del viñedo, con más de 100 vendimias, suelo joven y volcánico, vinificación en depósitos de hormigón (1945). Así fue como vieron la luz La Time 2000 (Listán Blanco) y Los Tabaqueros 2006 (Malvasía Aromática, Sabro, Vijariego y Listán Blanco).

   ¿La reacción del público fue la esperada?
Podríamos decir que la primera impresión es de sorpresa, ¿un blanco del 2000? ¡Un Listán blanco!. Luego vienen las reacciones, o gusta y mucho o, no gusta nada. Es un vino complejo, difícil de entender. Estamos contentos con su evolución y entra en aquellos lugares donde son capaces de explicarlo con detalle, zona, variedad, elaboración, etc. Es un vino que da mucho juego, se disfruta y te sorprende.



   ¿Y el Mission´s Grapes, ese tinto que homenajea la primera variedad introducida en América (la listán prieto conocida como Mission en California al ser plantada por misioneros españoles), cómo surgió la idea?
Llevábamos desde el año 2004 elaborando Listán Prieto, un Listán Prieto que viene de varias parcelas del norte de la isla y a una altitud superior a los 1.100 metros sobre el nivel del mar, estas uvas se mezclaban con otras variedades, para elaborar el vino tinto TENEGUÍA. Pero fue en el 2014, visitando los viticultores del norte de la isla, cuando me tropecé con una parcela, de las más altas de la isla (1.400/1.500 m.), un cultivo totalmente tradicional, una preciosidad de parcela y una familia de viticultores encantadora. En ese instante, fue cuando decidí realizar la vinificación del Mission’s Grapes. Con una elaboración respetuosa con la tradición de la zona. A partir de entonces comenzó todo un trabajo de diseño, etiqueta y tipografía basada en un diseño del siglo pasado, con aportación de datos históricos por Santiago Yanes, sobre la inclusión de la Listán Prieto en las Américas.

   Cuando viajas fuera, ¿Qué es lo qué más percibes que sorprende o interesa de los vinos canarios?
La primera impresión es el color de los vinos, un color amarillo dorado profundo, muy brillantes. Le siguen los aromas no intensos pero sí cautivadores, extraños, desconocidos, esto hace que se interesen por ellos. Aquí empiezan ya todas las explicaciones, situación de los viñedos, sus suelos, etc. Y ya culminan en la boca, sus sensaciones sápidas, su untuosidad. Son vinos intrigantes, que siempre han estado ahí, vinos emergentes, que para muchos eran desconocidos. Todas estas características hacen que se interesen por los vinos de las islas afortunadas.

   Recientemente estás colaborando con un proyecto en la isla de Lanzarote, ¿Nos hablas un poco de esta aventura?
Si claro, este proyecto salió, por el interés de algunos distribuidores de que hiciera algo en la isla de los volcanes, aunque esta idea me venía rondando desde hace tiempo. Tuve la fortuna de que una amiga me dio la idea de que hablara con Miguel, y así fue, rápidamente congeniamos y comenzamos manos a la obra. Me fascinaron sus viñedos, todo en cultivo tradicional y con la variedad Diego, aún lo hace más interesante. Y aquí comenzó todo, con un estrechón de manos. La verdad que Tisalaya es un proyecto precioso.

   ¿Vendrán más proyectos futuros con los que colabores?
Jejejeje, seré breve, si, ¿Portugal?, ¿Ribera del Duero?, algo se está cociendo. No obstante voy con
calma.

   ¿Opinas que el wineloverismo aumenta y hace evolucionar los gustos?
Desde luego que sí, hay mucha gente que se deja influir por ellos, y están pendientes de todo lo que se escribe y puntúa, están pendientes de las publicaciones nacionales e internacionales. Las redes sociales son importantísimas, son estas las que realmente han permitido que el vino se mire de otra manera. Nos han permitido acercarnos al consumidor, de una forma directa o a través de los winelovers. Lo importante es que cada consumidor experimente y saque su propio juicio. Pienso que la crítica es buena, es necesaria, pero no marca mi camino, elaboro vinos con el objetivo de cautivar al consumidor. Es verdad que a todos nos gusta una palmadita en la espalda pero si no llega hay que seguir trabajando. Hay que relativizar los éxitos y la crítica, puntos sí, pero sin volvernos locos, sabemos que comercialmente las bodegas se hacen eco de los resultados, cuando son buenos claro. Los winelover profesionales, le hacen falta al sector e influyen en el consumidor de vinos.

En el Salón de los Mejores Vinos de España, de la Guía Peñín. 

   ¿Un vino o vinos que te han sorprendido recientemente?
ATLANTE 2014, un vino de Listán Blanco y Albillo, de Jesús Gonzales, un gran vino con una evolución magnifica, me sorprendió su capacidad de guarda.
GUIGAL CONDRIEU 2015 un Viognier de la Côtes-de-Rhône.
Henri Abelé Sourire de Reims Rosé 2002,
PALO BLANCO 2016 de Envinate.
XISTO CRU 2014, de Luis Seabra.
Y no puede faltar nunca un Jerez o Manzanilla, LA BOTA DE PALO CORTADO 52, del
Equipo Navazo.
Para finalizar KRACHER 1998, un néctar Austriaco.

   ¿Una zona o bodega a seguir?
Me atraen mucho los vinos procedentes de islas volcánicas, Sicilia, Baleares, Azores…por supuesto
Canarias. En todas ellas se están elaborando grandes vinos, muy singulares y nos queda mucho trabajo por dar a conocer el autentico potencial de las vitiviniculturas insulares. Bodegas Arianna Occhipinti (Sicilia), en Canarias me interesa seguir los vinos de Jesús Gonzales de Chávez y Loreto Pancorbo. También me interesa todo el movimiento nuevo que hay en Jerez y Montilla Moriles.
Carlos Lozano y Loreto Pancorbo. 

   ¿Con quién te irías de copas del mundillo del vino?
Esta pregunta es un poco injusta, pues me iría con más de una persona. Déjame pensar, me iría
con el equipo de D’autor y Enociones, son personas maravillosas y divertidas, hablamos del mundo del vino de una manera alegre sin tapujos, ¡sí con ellos, grandes profesionales!

Junto a Joaquín Gálvez (Wineman) y Dolores Sanchez (Enociones).

   ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Lo dedico a la agricultura, aquí es donde me siento aislado y me da tiempo para pensar. Todo lo
relacionado con la gastronomía y viajar, que suelo conjugarlo con el trabajo. Aunque realmente no tengo mucho tiempo para mí, de ahí que debo de alternarlo para desconectar y relajarme. También es verdad que mi trabajo me divierte y me siento libre en el.

   ¿Cine o series? ¿Música?
Pues en este caso las tres, por orden de preferencia, música, cine y series. Todo tiene su momento y
compañía, en cuanto a la primera, me gusta la clásica, Johann Strauss (padre), W.A. Mozart, Peter
Machajdik, Alfredo Kraus, también todo lo que es de Freddie Mercury, Pink Floyd y, cómo no, cuando uno está de bajona Bruce Springsteen. En cuanto al cine, me gusta el español (Álex de la Iglesia, Fernando Trueba o Juan Antonio Bayona) y más el europeo que el americano. En cuanto a las series, pocas veo y no suelo terminarlas, reconozco que para esto soy un desastrito.

   ¿Qué pregunta te gustaría que te hicieran?
¿Qué recuerdos tienes de tus comienzos en la enología? ¿Sí no fueras enólogo, qué te hubiera gustado
ser?

   Vale, adelante:
   ¿Qué recuerdos tienes de tus comienzos en la enología?
Año 1985, comienzo de mis estudios en enología, fue fantástico, con un gran nivel en los estudios, grandes profesores. Cuanto más estudiaba más me gustaba, era una enología muy endógena a su país, muy española. Esto me hizo recapacitar y me puse a estudiar otros países por mi cuenta, evidentemente los más conocidos por aquel tiempo, Francia, Italia, Portugal, Argentina, etc. Esto me ayudó mucho, pues empece a ver la enología de otra forma, no sólo existe lo nuestro. Iba prácticamente a todas las catas que se hacían en Madrid, que eran muy pocas comparado con la actualidad. En el año 1989, marche a mi tierra, La Palma, estaban buscando enólogo para una bodega, la cual desconocía por completo Bodegas Teneguía. Allí comencé, lo curioso fué que tuve que empezar de nuevo a estudiar, pues no conocía ninguna de las variedades locales, esas no entraron en el programa de estudios, lo más que se nombraba era la malvasía. En fin, que ahí comenzó todo. Lo puedo definir como una gran aventura apasionante, donde ibas a trabajar con variedades jamás comercializadas como monovarietales. Era y lo es ahora estimulante trabajar variedades como la humilde Listán Blanco desde los 50 msnm hasta los 1.300 msnm o la Vijariego Blanco en diferentes altitudes es apasionante. Era entusiasmo lo que desbordaba por realizar todas estas vinificaciones de diferentes suelos, altitudes, vertientes, etc. La Palma era un crisol de variedades y todas a pie franco, una autentica gozada, para todo esto tuve la ayuda, la experiencia inexorable de Francisco Camacho, compañero de trabajo, un gran profesional con más de 30 años de experiencia y apasionado de la enología insular. Los primero años fueron muy duros, de muchos cambios, pero tremendamente fructíferos. Mi trabajo me divierte y me apasiona.

   ¿Sí no fueras enólogo, qué te hubiera gustado ser?
El día que la enología, la elaboración de vinos, me aburra, no me divierta... lo tengo claro me voy a los fogones. El cocinar me relaja, me divierte y al mismo tiempo me estimula, me hace pensar, de alguna manera hace que me organice. Cocinar para otra persona de forma altruista, es para mí una delicia que requiere de responsabilidad y seriedad. No es solo servir un plato, tiene que haber color, texturas, aromas y todo esto en armonía. Cocinar no es fácil pero tampoco complicado. He cocinado para una persona, como para más de 50, hay que tener claro las viandas a realizar y la organización. Otra de las cosas que tiene la cocina como la enología es la capacidad de innovar, la capacidad de crear nuevos platos, con ingrediente de kilómetro cero. El trabajar con productos de la misma isla es alucinante, los tenemos prácticamente todo el año, pescado fresco y exóticos, carnes que empiezan a trabajarlas muy bien, con tiempos de maduración adecuados, toda la gama de hortalizas, frutas, quesos y un sin fin de productos que te facilitan el trabajo. Me gusta cocinar y cocinar es algo más que poner al fuego un caldero. Debemos conocer los productos con los que trabajamos, por eso el conocimiento es la herramienta fundamental y cuanto más dominemos la materia con la que trabajemos a diario, mejor podremos satisfacer las expectativas de creatividad que queremos y la felicidad del comensal. En fin, seguiré estudiando ambas disciplinas.

Carlos rodeado de un grupo de profesionales del mundo del vino. Y de fondo: paisaje canario. 

   ¿Si tuvieras una máquina del tiempo a cuándo te irías?
Sin duda a los 80, concretamente 84/85, una época de libertad, lo mismo estabas en tu isla, como en
Madrid, Navarra, Aranda de Duero, fueron todas grandes experiencias. También no puedo olvidar mi infancia con mis dos abuelos, ambos amantes de la naturaleza, el campo, el buen comer y beber, (risas) quizás aquí fue donde comenzó mi afición al vino…grandes recuerdos.

   ¿Si viniera el fin del mundo, qué vino te gustaría abrir?
Sin duda un champagne, ¿pero cuál?, hay tantos y fantásticos, me inclino por un Duval-Leroy Femme de Champagne 2000. Y si me da tiempo por supuesto un Jerez.

Muchas gracias Carlos, ha sido un placer!

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