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| Tenemos miedo a la versatilidad y lo plural, a ser, hacer y opinar con libertad. |
¿Cómo entraste en esta aventura tan apasionante, hasta llegar a crear tu propia empresa de asesoría, divulgación y formación de esta fascinante cultura del mundo del vino?
Pues de una manera natural, desde niña. En Salamanca entre el frío y las comidas contundentes se toma vino desde muy joven. También iba mucho a un pueblo y me iba de casa en casa. La gente mayor me enseñaba de agricultura, de viñas y en verano me encargaban limpiarlas y ararlas con un tractor pequeño a 400 pesetas la hora, o sacar papas, enristrar ajos, vendimiar, matanza...
Después de muchas experiencias diferentes en el mundo laboral y siempre de cara al público, en 2011 embarazada y en plena crisis económica me invitaron a irme de la farmacia en la que trabajaba. Me di la oportunidad de reinventarme y estudié un técnico superior en enología y enseguida me di cuenta de que el lenguaje de los libros, las catas, los propios vinos no hablaban para gente joven. Mi pasión por comunicar redondeó la idea y comenzó La Garnacha de Sara, una andadura en solitario con tropiezos, combinando con otros trabajos, con la maternidad y ampliando constantemente mi formación. Un camino duro pero muy gratificante que dura hasta hoy.
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| Esto suele suceder en la mayoría de eventos que organiza Sara. |
¿Si no existiera La Garnacha de Sara, dónde o cómo la estarías liando?
Soy muy inconformista, no sé si seguiría en la farmacia o en la floricultura que son los trabajos a los que más tiempo he dedicado en mi vida. Aún así sigo pensando a día de hoy que las revoluciones más efectivas son las más cercanas a tus pies, como decía aquel lema: Piensa globalmente y actúa localmente.
No hay mucho que se te escape en las redes sociales... ¿Se abren muchas puertas gracias a ellas?
Creo que las redes sociales hay que verlas como lo que son, herramientas, una más. Pero si no tienes nada bueno que ofrecer ninguna puerta se abrirá, las redes sirven como escaparate de una pequeña parte de lo que haces pero hay a quien se le olvida que sólo son eso. El contenido se demuestra face to face.
¿De niña qué soñabas con ser de mayor?
No recuerdo desear nada en concreto, lo cierto es que desde los catorce ya trabajaba los veranos. En seguida me di cuenta de que estar de cara al público, pese al desgaste que supone, era lo mío. Canalizar lo que pienso a quien me escucha, escribiendo, hablando, usando cualquier medio a mi alcance creo que es mi más innata habilidad.
¿Qué piensas que es peor para el mundo del vino: el cuñadismo, el postureo impostado o la cantidad de mitos caducos que existen?
Hay mucho de todo lo que comentas, yo lo llamo la Salsa Rosa del Vino. Pero yo creo que lo más lacerante es tener que ser de un equipo o de otro, ese afán de encasillar todo, etiquetarlo y colgarle sanbenitos. Tenemos miedo a la versatilidad y lo plural, a ser, hacer y opinar con libertad. El vino no escapa a esto, a los bandos, a las corrientes, a que las cosas que pasan sean menos importantes que el hecho de que se sepan. Es una ausencia de realidad, vivir preocupado por lo que parece nos aleja de la verdad del mundo del vino.
¿Crees que hay mucha parafernalia y que debemos descomplicar la cultura del vino para no aburrir al público no iniciado?
Por suerte cada vez aparecen más personas capaces de normalizar el consumo del vino, de regresar a la parte más hedonista. No obstante para conseguir que algo sea sencillo y accesible tienes que conocerlo bien para buscar las herramientas precisas, los canales más seductores y estimulantes. Hay que aprender a vender.
¿Algo que suele sorprender en tus eventos?
Generalmente mi sentido del humor. La gente por experiencias anteriores cree que va a acudir a un tostón con palabras técnicas que les intimidan, que intentaré adoctrinarles sobre qué beber o no. La gente se lo pasa muy bien en mis eventos, por eso repiten. Las personas aprendemos cuando jugamos.
Ahora también eres Brand Ambassador de la bodega tinerfeña Altos de Trevejos, pero ya desde antes viajabas con vinos canarios a la península, según tu experiencia, ¿Qué les parece nuestros vinos al público de otras regiones, cómo reaccionan?
Siempre que hago esos viajes, que además son agotadores porque se cubre mucha distancia en pocos días, estás muy concentrado y solo en la mayoría de casos, cuando luego hago mi trabajo y veo la pasión e interés que nuestra viticultura despierta, cómo reciben nuestros vinos, cómo se enamoran de todas las cosas que nos hacen únicos, doy por bueno todo el esfuerzo. Fuera de nuestras islas interesan más nuestros vinos que dentro, pasa en muchos sitios. Está claro que nos queda mucho por hacer pero debemos entender que la divulgación y la buena comunicación de nuestras bondades forman parte del juego. Es una búsqueda de público objetivo inherente al hecho de enamorar contando lo que te emociona y hacerlo de manera clara y efectiva, no es fácil. Es dotar de valor añadido a los productos y yo me dejo la piel en ello. Altos de Trevejos representa ahora para mí un romance, me siento dentro del proyecto y apasionada por lo que puede ser nuestra historia juntos, espero que ellos también! porque es el primer proyecto con el que me involucro tanto y es porque creo en él de verdad. Han apostado por la comunicación como herramienta y se están diferenciando por ello, les aplaudo.
¿Qué vinos te han enamorado este año?
Unos pocos vinos te tocan el corazón al cabo del año, siempre suelo decir mis cinco o seis al final del año así que aprovechemos hoy! INDIE de Luis Seabra, Clarete de Victoria Torres, Listán Blanco y Malvasía de Altos de Trevejos, Benjé de Envínate , Yavayo de Alvar de Dios y Arroyuelo de Primitivo Collantes son mis predilectos este 2018 aunque es algo injusto, hay otros muchos.
¿Tus vinos de cabecera que procuras tener siempre o llevar a un sarao?
Aunque parezca lo contrario voy a muy pocos saraos jaja, pero siempre suelo estar cerca de las burbujas y los vinos de Jerez, nunca me cansan, siempre me apetecen. Si el sarao es informal tintos ligeros y blancos personales suelen ser mi elección para llevar.
¿Una zona o bodega a seguir?
Mi zona a seguir sin duda es Canarias, queda mucho por descubrir. Miremos hacia dentro, hacia el camino que hemos hecho y el recorrido que nos queda porque eso ya es emocionante. Por supuesto para saber mirar dentro con auto crítica y justicia hay que salir, viajar, beber sin prejuicios y así regresas para contribuir a lo tuyo. Hay muchos proyectos de gente seria para no perder de vista en el panorama nacional, Llanos Negros, Isaac Cantalapiedra, Willy Pérez, 4OjosWines, Altos de Trevejos, Honoro Rubio, Puro Rofe, Verónica Ortega, Julia Casado, Alvar de Dios, Roberto Oliván... Muchos y buenos.
¿Música que escuchas?
Soy muy ecléctica, puedes encontrar de todo en mi playlist porque la música me es imprescindible y me traslada a momentos y personas. Pero el rock siempre ha sido mi predilección junto a la canción de autor.
Ahora están en la cresta de la ola, pero siempre Queen ha sido mi banda favorita, Freddie Mercury es el personaje de la cultura popular que más he admirado. Scorpions, Toundra, Gun's n Roses, Héroes del Silencio, Extremoduro, Elvis, The Beattles , Silvio Rodríguez, Drexler o Pedro Guerra pasando por Pavarotti, La Jurado, Bambino, El Cigala, Poveda, bossa nova, fados... en la variedad está el gusto dicen. También hay que seguir la pista a gente de aquí que está haciendo música dentro y fuera de las islas porque no sólo hay folclore, que está bien, pero tenemos que incentivar la música en directo que está prácticamente desapareciendo. David Roma, Phalmuter, Luís Quintana, Dácil Santana, Hirahi Afonso, Vocal 7... tenemos grandes artistas.
¿Tus lecturas favoritas?
Miguel Delibes, Saramago, Unamuno, Federico, Miguel Hernández, teatro... mis lecturas son poco contemporáneas salvando a José Saramago, lo costumbrista , lo que me recuerda una España de antes de ayer conecta conmigo y me ayuda a entender lo que somos.
¿Te da tiempo para algo más en tu tiempo libre?
Sinceramente los últimos meses estoy haciendo malabarismos y no estoy atendiendo debidamente mi vida personal, hay poco tiempo para el ocio. Viajar, comer y beber son mis grandes aficiones. Pero reconozco que no se me da mal el bricolaje y las manualidades y me abstraen mucho. Me gustaría tener más tiempo para ello.
Eres una gran comunicadora, seguro que tienes al menos tres palabras favoritas...¿Cuáles son?
El uso del lenguaje me cautiva, admiro a los grandes oradores, hablar con propiedad. Hay palabras que me encanta pronunciar, como delicado, guarapo y otradequeso!
¿Con quién te irías de copas del mundillo del vino?
Uy pues ya me he ido con unos cuantos jajaj y repetiría con muchos. Sin duda repetiría siempre con José Crusat, tiene la maravillosa habilidad de alegrar la vida a los demás no sólo con sus estupendos vinos sino con su persona, es formidable. También decir sólo uno es injusto.
¿A quién entrevistarías?
Pues a consumidores, los profesionales ya hablamos suficiente, incluso demasiado.
¿Si tuvieras una máquina del tiempo, a "cuándo" te irías?
Sin duda al patio de mis abuelos en mi niñez, a ese momento en el que el futuro quedaba lejos y todo era sencillo. La bicicleta y un cuenco de cerezas a media tarde eran todas mis preocupaciones.
¿Qué vino abrirías en caso de "fin del mundo"?
No guardo vino para ocasiones, pero si fuera el último, sería de Jerez.
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| Sara con Carlos Lozano en La Palma. |
Muchas gracias, ha sido un placer!
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